INGREDIENTES
Alcachofas
Huevo
Harina
Agua
Sal
Aceite de oliva virgen
Perejil o limón
PREPARACIÓN Y COCCIÓN
Eliminamos las hojas exteriores de las alcachofas y dejamos la parte más tierna. Recortamos las puntas y cortamos las alcachofas a gajos.
Las dejamos en un cuenco con agua y unas hojas de perejil o un trozo de limón para evitar que se oxiden.
El tronco de las alcachofas lo aprovechamos, lo pelamos y rebozamos con las alcachofas.
Batimos el huevo, añadimos la harina y mezclamos para deshacer los grumos. Añadimos un poco de agua mineral.
Tiene que quedar una textura espesa, como de leche condensada. Ya tenemos la pasta lista.
Ponemos una sartén con aceite a calentar. Pasamos las alcachofas por la pasta y las freímos hasta que se doren.
Dejamos escurrir sobre papel absorbente y servimos enseguida.
PARA SABER MÁS
Estas alcachofas las podemos comer solas, como acompañamiento o añadirlas a algún guiso de carne. Se encuentran en su mejor momento en invierno, cuando hace frío. Las mejores son de color verde claro, sin manchas, con las hojas bien cerradas y fuertes al tacto. No ponemos cantidades. Las alcachofas pueden ser de tamaños diferentes, la cantidad la podéis decidir según el tamaño y la utilidad que le queráis dar al plato.
RESULTADO
Como primer plato, como guarnición, para picar. Unas alcachofas sencillas y buenas. Buen provecho.
Montse y Julia